Por Santiago Mazzuchini
La construcción de un espacio público autónomo y separado de lo privado fue para Habermas una de las características más distintivas de la modernidad. La denominada Opinión Pública fue construida en gran parte gracias al rol de la Prensa y los Salones Literarios.
Pero haciendo un salto temporal hacia nuestro presente histórico, nos encontramos con que las nuevas TICS (tecnologías de la información y la comunicación) fueron alterando progresivamente esta distinción entre dichos espacios…. tal separación entre lo público y lo privado peca hoy de límites difusos.
La fotografía, a través de las controversias por la exhibición de la privacidad, la televisión, con el pasaje del foro político a la pantalla en el hogar, son sólo algunos de los cambios que (de manera horriblemente vaga) puedo considerar como ejemplos de esta con-fusión que los nuevos medios han provocado en dichas esferas que el filósofo alemán tanto estudió.
Internet sin dudas se enmarca en este continuum, aunque no de manera lineal, pues no existen historias lineales; ni en los medios ni en ningún otro lugar. La diferencia, se puede apreciar en que la red no es solamente un medio, sino un espacio de multiplicidad mediática. Un conglomerado (para nada des-ordenado) de dispositivos, de códigos, de formas de contacto, de prácticas de reconocimiento. El lector dirá “bueno, pero el lenguaje televisivo posee distintos géneros, códigos y sugiere ciertas prácticas de la audiencia”. Y bueno, yo diría que tiene razón, pero la diferencia radica en que Internet permite que, no uno sino dos dispositivos puedan convivir juntos, como es el caso de los videos que se pueden “colgar” (que metáfora loca) acompañado de un texto, en algún Blog amigo/a . Claro que cuando hablo de dispositivo, no me refiero a la técnica pura sino también (que otra cosa sino) a las prácticas sociales.
Lo cierto es que Internet es un lugar de lugares. Es el lugar de Capusotto y los mitos políticos parodiados en “Bombita Rodríguez”, es el lugar de los Fotologs y la identidad Flogger, es el lugar de los videos de actos de vandalismo y las famosas agresiones a las maestras (que han difundido también los noticieros y programas de entretenimiento televisivo), es el lugar del Facebook y la re-afirmación del “aura” fotográfico que la producción en masa parecía triturar.
Pero más allá de esta ensalada de fruta, yo me pregunto… ¿Cómo diferenciar en Internet lo público y lo privado? ¿Dónde está el límite que propone el Facebook, donde se reune un circuito de personas que generalmente han construido sus lazos afectivos en otras esferas de lo real pero en la red constituyen su propia y nueva publicidad?
Preguntas que no intento responder en este texto, ya que espero que juntos/as vayamos motorizando nuestra propia reflexión. Quizá eso nos ayude a entender(nos) un poco más y a construir juntos/as nuestro espacio público/privado y todas las relaciones que se les ocurran.
Escrito por: Santiago Mazzuchini
Estudiante Ciencias de la Comunicación (UBA)
Editado por: Valeria Esposito
Lic. Ciencias de la Comunicación (UBA)
1 comentario:
No voy a hablar sobre el texto porque sería muy ombliguistaj ejej. Pero si sobre la foto: me parece genialm que ricas se ven esas frutas jajaja
Gracias por el espacio Vale, es muy valorable que nos brindes este lugar para poder expresarnos.
Seguimos in-comunicación
Besos
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