La palabra docu-teca, es el neologismo ideado para describir la competencia ineludible que todo sujeto posmmoderno debe adquirir. Este neologismo se produce por la fusión de un prefijo y un sufijo: docuviene de documentos, documentos de todo tipo, imágenes, sonidos, textos, videos, etc. y teca viene del griego que significa caja o archivo donde se almacenan dichos “docus”.
El tema es que con la proliferación tecnológica que no para, sumado a la cantidad de páginas web, imágenes, noticias, notas, artículos, blog, films, programas, música, videos y demás espacios y rarezas con los que uno se topa en la web, no paramos de clasificar para no olvidar lo que vimos, leímos o queremos conservar.
Es que todos estamos un poco desorientados con la cantidad de información que podemos almacenar y en este mar de desbordes la información devino humanamente inmanejable.
¿No eran mejor los rollos de 12 fotos?
Cada vez que un evento intrascendente nos convoca con nuestra cámara digital fotográfica y filmadora en mano, las posibilidades de combatir el instante a través de la captura de él nos hace llenarnos de un montón de fotografías.
Esto nos lleva a plantear ¿No era mejor el rollo de 12 fotos que salía un ojo de la cara revelarlo? ¿No estábamos mejor rezando que las 12 fotos salgan bien porque el momento era digno de ser retratado? No lo sé, pero sí sé que la cantidad de fotos de momentos absolutamente olvidables que estan poblando las computadoras y la web se torna un exceso. Y en este exceso de recuerdos lo único que cabe plantearnos es ¿Por qué nos habrá tocado vivir la revolución tecnológica? ¿Por qué no haber nacido antes o después de ella? ¿Por qué nos habrá tocado vivir la transición del caudal informativo que nos aqueja?
Hoy todos tenemos que manejar arduos criterios de clasificación de imágenes, sonidos y textos. Hoy todos somos un poco docutecólogos para no olvidar dónde está la foto 382 de nuestro cumpleaños número 48 y el video filmado aquél día aburrido de 2036. Y todo esto ¿para qué? Para volver a mirarnos a nosotros mismos una y otra vez aburrida y repetidamente en la cultura del ombligo y del excesivo narcisismo.
http://www.semiostudio.com.ar/notas/la_cultura_ombligo.htm
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