jueves, 23 de mayo de 2013

Cámaras digitales: La obsesión de conservar el tiempo


Desde tiempos inmemoriales el hombre ha tratado de conservar de la manera que pudiera el tiempo… desde las faraónicas técnicas de conservación de cuerpos (a través de la momificación) hasta retratos a través de pinturas realistas o bien con la invención de la cámara fotográfica. 
Lo cierto es que desde la invención de las cámaras fotográficas digitales todo dispositivo parece tender a sacar fotos y almacenar la mayor cantidad de información (es decir fotografías y filmaciones).
Parece insólito, pero en nuestra época se da de esta manera; proliferan los dispositivos con cámaras registradoras de imágenes en movimiento o imágenes inmóviles y la onda es: almacenarlas, guardarlas y publicarlas. 

Sostengo que la obsesión del hombre es conservar el tiempo debido a que eso es lo que persigue en el fondo una fotografía o una filmación, captar ese instante único de la toma y volverlo inmortal y accesible todas las veces que uno quiera. Esto siempre fue una motivación para el hombre: conservar en la memoria propia y colectiva lo singular del momento, lo efímero del segundo y el tiempo que pasa… 
Pero en la época actual es más evidente: celulares con cámaras fotográficas, cámaras fotográficas que filman, computadoras que sacan fotos y filman también, Ipads, tablets y no sé que otros dispositivos sirven para sacar fotos.
Quizás el cambio radical esté no en la intensión de sacar/extraer y conservar, sino en los momentos en que lo hacemos; antes había que esperar a un acontecimiento especial para disparar la foto: un nacimiento, un cumpleaños, un viaje, un aniversario, una boda; acontecimientos atados a la vida (y su contratara la muerte) eran dignos de retratos y conmemoración; hoy ello quedó en el pasado.. se retrata o se filma el blooper de la abuelita chocha, una tarde en el parque, el nene tirando milanesas por el aire o haciendo alguna monería y la parejita recién constituida que no para de retratarse a los besos. Ya todo califica para la foto y no hay criterio de selección de momentos memorable y momentos olvidables. Lo cierto es que a medida que proliferan las posibilidades de sacar fotos y conservarlas, también pierden su valor testimonial, en algún punto, siendo que varios nos hemos visto obligados a borrar, desetiquetar y bajar las fotografías de aquella persona que pasó por nuestra vida como un bluff y quedó retratada en fotografías como si hubiera sido importante. 

1 comentario:

Criatura del pantano dijo...

Hola ¿Qué tal?
Antes que nada, llegué hasta acá a través de la página de Profesores de Comunicación en feisbuc.
Con respecto a la publicación y el uso de las cámaras digitales, pienso que encierran una paradoja interesante.
No se trata de acumular grandes stocks de registros y recuerdos, a pesar de que para eso se usan las cámaras digitales en cuestión. Creo que, como dificilmente son registros que se vuelvan a ver más de una vez, con suerte, esas fotos intentan capturar el presente de lo fotografiado y "estirarlo" en un presente contínuo, que no por eso deja de ser evanescente.
Saludos.